Representantes de doscientas empresas de gráficas se reúnen en Madrid
18 de octubre de 2011Las ‘Jornadas para la integración de la actividad editorial y de la producción’, celebradas en el Salón Ondarreta (Casa de Campo), de Madrid, sirvieron no sólo para que los asistentes conocieran de cerca los equipos más novedosos de Konica Minolta, sino también para cargar las pilas de los impresores y generar confianza en el sector de la impresión en tiempos difíciles. Los argumentos llegaron de la mano de ponentes europeos de la multinacional japonesa y de los especialistas en impresión y distribuidores GMA Office, con la colaboración externa de la consultora Procograf.
Mar Martínez
Representantes de más de doscientas empresas asistieron a las jornadas de Konica Minolta y GMA Office.
El encuentro reunió entre los dos días de su celebración (28 y 29 de septiembre) a 310 asistentes, representantes de 204 empresas. En palabras del director general de GMA Office, Gregorio Alonso, “aunque suene extraño, no nos ha sorprendido reunir a tanta gente alrededor de estas actividades, porque habíamos hecho un verdadero esfuerzo por ofrecer ideas nuevas y soluciones a estos dos sectores tan necesitados, y no se basaba exclusivamente en ofrecer los sistemas de Konica Minolta, que nosotros distribuimos. Las Jornadas han mostrado un abanico de posibilidades, de diferentes soluciones, funcionando de forma integrada y que ayudan a resolver algunos problemas de los que hoy tenemos”.
El director general de la división de Producción de Impresión de Konica Minolta Business Solutions Europe GmbH, Michael Molbaek, mostró la visión que en la multinacional tienen acerca del mercado editorial y la necesidad de acometer una tirada corta con calidad y costes adecuados, mostrando su esperanza en un mercado español que ha apostado por estas soluciones antes que otros.
En una controvertida intervención, Joaquín Rodríguez, de Futurodellibro.com, desgranó las razones por las que, a su juicio, el sector editorial no puede seguir por el camino actual, basado en las necesidades del offset y el libro en papel. Ante la inquietud de los asistentes, dibujó un panorama sombrío y poco basado en el libro tal cual lo conocemos.
Mercado para las dos formas de imprimir
Por su parte, Manuel Gómez, de Procograf, expuso los resultados del estudio de los mercados del offset y de la impresión digital, ofreciendo cifras y conclusiones. Dijo, entre otras cosas, que “hay mercado para las dos formas de imprimir, cada una de ellas con sus posibilidades y condicionantes. El mercado de la impresión de libros en digital ya tiene forma definida”. Además, mostró los resultados de los test a los que la consultoría había sometido a las máquinas de Konica Minolta BizHub 7000 y 8000, ambas certificadas por Fogra en la ISO 12647.
La impresora Bizhub Press C8000 fue uno de los equipos que se presentaron en exclusiva en España.
Una de las aportaciones realmente novedosa fue la de Miguel Gallego, de Censhare, quien mostró cómo lo que se ha dado en llamar gestor de contenidos ayuda a editoriales o impresores a gestionar cualquier archivo de entrada, darle forma y maquetarlo automáticamente, y sacarlo en cualquier formato digital. Por su parte, Amaya Gómez, de Procograf, argumentó la necesidad de las imprentas de integrar los mundos digital y del offset, consiguiendo una estructura única y no dos separadas, eliminando ineficiencias, duplicidades y resultados poco comparables.”Habrá que pensar, aunque suene extraño, en la ingeniería de la producción”, explicó.
Ayudar a las empresas en tiempos duros
A partir de ahí, las diferentes compañías multinacionales fueron desgranando sus aportaciones para ayudar a las empresas en estos tiempos tan duros. En primer lugar, José Antonio Prado, de EFI, presentó a los asistentes los RIP y las herramientas que su empresa pone a disposición de la impresión digital. Por su parte, José Vicente Salas, de Datafont, hizo una exposición de las posibilidades que están a nuestro alcance, como la impresión de dato variable, el transpromo y el web to print. En cuanto a Creo color servers, Eduardo Cotichini expuso la forma en que su empresa veía la integración de la impresión digital en una imprenta de offset, mostrando los productos desarrollados a propósito.
Michael Molbaek, jefe de Producción de Konica Minolta en Europa:
Así, y en términos europeos, Molbaek destacó un crecimiento en los últimos tres años de la impresión digital en general y, dentro de ésta, el mercado del monocromo. Una situación, con un matiz, el español, donde “ha decrecido el volumen de negro, pero ha crecido el volumen de color”, del 22 al 34 %.
La impresión digital en color ha celebrado mejoras sustanciales, según Molbaek, en los sectores de dato variable, transaccional y de libros bajo demanda, y será protagonista en el futuro de la impresión.
Las tiradas largas se quedan atrás
Si hace unos años, cierto tipo de productos impresos sólo eran concebidos para tiradas largas, cada vez más, empujado por el mercado, el tradicional offset hace tiradas más cortas y éstas, en cualquier caso, se incrementan progresivamente en una relación directa con la impresión digital. Es más, “sobre todo lo que va a crecer es la impresión inkjet digital”, auguró Molbaek en Madrid.
Los cambios en el mercado del libro impreso y la coyuntura de la crisis están provocando parte de esta evolución. “Los editores de libros necesitan ser más efectivos. El mundo del libro cambia porque las tiradas son cada vez más cortas. Hay libros que necesitan tiradas cortas que no llegan a imprimirse”, explica Molbaek. Es en ese espacio de tiradas cortas no rentables para el offset donde encuentra también su filón la impresión digital.
“Todavía me gustan los libros, tocarlos y sentirlos”, confesó Molbaek para preguntar seguidamente a los asistentes a su conferencia quién tenía un ebook, descubrir que la proporción era 2/100 y constatar, por tanto, que aún le queda mucho por hacer a la impresión en general, y a la digital, con los libros bajo demanda, en particular.
“Todavía me gustan mis libros”
El progresivo protagonismo del color sobre la impresión en negro y, cada vez más, del libro bajo demanda sobre las grandes tirada, fueron dos de los aspectos que centraron la intervención en las jornadas de Michael Molbaek, jefe de Producción de Konica Minolta en Europa. Un discurso que defendió el futuro de la impresión y pretendió dibujar las opciones más viables en ese porvenir, teniendo en cuenta la evolución del sector de artes gráficas.Así, y en términos europeos, Molbaek destacó un crecimiento en los últimos tres años de la impresión digital en general y, dentro de ésta, el mercado del monocromo. Una situación, con un matiz, el español, donde “ha decrecido el volumen de negro, pero ha crecido el volumen de color”, del 22 al 34 %.
La impresión digital en color ha celebrado mejoras sustanciales, según Molbaek, en los sectores de dato variable, transaccional y de libros bajo demanda, y será protagonista en el futuro de la impresión.
Las tiradas largas se quedan atrás
Si hace unos años, cierto tipo de productos impresos sólo eran concebidos para tiradas largas, cada vez más, empujado por el mercado, el tradicional offset hace tiradas más cortas y éstas, en cualquier caso, se incrementan progresivamente en una relación directa con la impresión digital. Es más, “sobre todo lo que va a crecer es la impresión inkjet digital”, auguró Molbaek en Madrid.
Los cambios en el mercado del libro impreso y la coyuntura de la crisis están provocando parte de esta evolución. “Los editores de libros necesitan ser más efectivos. El mundo del libro cambia porque las tiradas son cada vez más cortas. Hay libros que necesitan tiradas cortas que no llegan a imprimirse”, explica Molbaek. Es en ese espacio de tiradas cortas no rentables para el offset donde encuentra también su filón la impresión digital.
“Todavía me gustan los libros, tocarlos y sentirlos”, confesó Molbaek para preguntar seguidamente a los asistentes a su conferencia quién tenía un ebook, descubrir que la proporción era 2/100 y constatar, por tanto, que aún le queda mucho por hacer a la impresión en general, y a la digital, con los libros bajo demanda, en particular.
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